Veremos un interesante ejercicio de PNL para conectarte con tu niño interior.
Sabemos que desde la visión de la Programación Neurolingüística, la autoestima se va desarrollando en función de las creencias (potenciadoras y limitantes) que vamos adquiriendo desde niños y a lo largo de la vida.
Sin dudas, la autoestima se forja a partir de las tempranas experiencias de nuestra infancia.
A esto le agrego el importante dato de estadísticas probadas que marcan una cantidad increíble (aproximadamente cien mil veces!) de “noes” , reprimedas y reproches que escucha un niño hasta los ocho años de edad.
La cantidad de «noes» y de reprimendas que un niño escucha es tan grande que, con esos valores negativos, cualquiera se queda espantado de su concepto de sí mismo. …la persona termina por “creer” que es en cierta forma incapaz, que no puede.
Por eso inconscientemente, cuando ya es joven y adulto, a veces se siente un poco torpe, incompetente, con un sentimiento de vergüenza y desamor… como si fuese un niño frágil e inferior en medio de adultos más poderosos.
Para aumentar tu autoestima, la programación neurolingüística propone recuperar esa capacidad de experimentar, al volver a conectarte con tu interior.
Un camino muy eficaz es entrar en contacto con ese niño interior que llevas dentro a pesar de los años transcurridos… identificarlo y cuidar de él con cariño y atención …sin reprocharle nada, aceptándolo y conteniéndolo.
En PNL hay técnicas que permiten resolver ciertos conflictos internos: ¿hoy trabajo o bien salgo a descansar y divertirme?
El ejemplo anterior es un choque de intereses y muchas veces el que plantea “descanso y diversión” es tu niño interior que quiere ser escuchado y honrado.
Es muy típico hoy día el caso de la persona que trabaja y trabaja…y no se permite un momento de descanso, de paz, de diversión, de conectarse con el juego y la creatividad.
Y justamente esto : crear, jugar, recuperar la frescura dedicándole un poco de tiempo al día, muchas veces remunera más que seguir luchando y “apretando los dientes”. Muchas veces tomarnos un tiempo de juego y esparcimiento nos vuelve más sanos y productivos.
Un simple Ejercicio para conectarte con tu Niño Interior
Pega una fotografía tuya de tu infancia ; que sea una buena foto en la que estés solo, preferentemente de los tres a los ocho años.
Coloca el retrato en un lugar bien visible, pero que al mismo tiempo sea para ti, un rincón íntimo de la casa.
Todos los días, acuérdate de mirar la foto y responde para tus adentros la siguiente pregunta:
¿Qué voy a hacer HOY para que ese niño que llevo en mi interior sea feliz?
A continuación anota las ideas que se te ocurran…No te censures, tan solo invierte unos minutos de tu tiempo y escribe sin limitaciones.
Puedes reforzar este ejercicio, recordando algún momento hermoso de tu infancia , algo que has logrado en base a tu iniciativa de crear y jugar…
No tiene porque ser algo complejo o sofisticado…puede ser algo bien simple como la primera vez que anduviste en bicicleta o te trepaste a un árbol o preparaste alguna comida o alguna actividad que siempre te ha llamado la atención….
Puedes apalancarte en esa película mental: ¿que sentiste?¿cómo era la imagen? ¿había diálogos? etc.
Puedes hacer más brillante la imagen, amplificar la sensación de placer, curiosidad, entusiasmo, alegría y asociarla con que ese niño/a está dentro tuyo, hoy mismo… que sin dudas es parte tuyo!
A veces con este ejercicio se pueden traer a la conciencia cosas muy deseadas… pueden resurgir hermosas ideas que desde siempre te han entusiasmado, cosas que habrías querido hacer…
Y como decimos en PNL: es muy bueno participar, aunque también es excelente obtener resultados!
Por eso, si tienes algunas ideas que harían feliz a tu niño interior: adelante, toma acción hoy mismo! Hazlo todos los días.
Tu autoestima mejorará y se verá fortalecida…tu vida será más interesante y divertida! El niño que hay en tí puede proporcionarte la alegría de vivir si lo tratas con cariño y consideración .
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